3/27/2007

De lo blanco y otros narcóticos

Todas las mañanas al subirme al tren, estación Hato Rey claro, observo con curiosidad a la gente. En la Milla de Oro siempre neva, me he fijado. Antes pensaba que era el sol quien con sus rayos blancos arropaba las oficinas ejecutivas que circundan mi apartamento, pero no es así. Les cuento, sucede que uno de esos días rutinarios iba yo corriendo a la estación; tenía prisa. El viento soplaba de forma extraña y pequeñas nubes blancas se amontonaban sobre mi cabeza.
¡Qué raro!- pensé- Aquí con el sol que hace siempre y el cielo hoy lleno de nubes. ¡Como llueva me cago en to' lo que se mueve!
Las nubes poco a poco se fueron disipando, hasta que en el cielo quedó sólo una, la más blanca....
LLego al tren, paso la tarjeta. ¡Mierda!, no tiene fondos. Vuelvo a salir, intento meterle dinero, no me acepta el billete (El próximo tren hacia Bayamón llegará en 1 minuto / The next train to Bayamón araives in 1 minute) lo plancho, ahora lo coge. Vuelvo a pasar la tarjeta piiiiii estoy adentro. Subo las escaleras como alma que lleva el diablo, el tren ya está ahi y me escurro entre la puerta que casi me pincha.
¡Por poco se te va el tren!- dice una señora que ya estaba adentro.
¡Cállese vieja cabrona!- digo para mis adentros y me pongo el I-pod. Dentro del tren la gente parece extaciada. Cada quién está en su mundo y los que no, andan buscando conversaciones que muy pocas veces pasan de una mirada extrañada. Yo lo observo todo desde el asiento más distante, casi siempre con Gavin de fondo.
I don't want to come back down from this cloud- canta Gavin muy consciente de lo que pasa en mi entorno. Para esto ya hemos llegado a la estación siguiente... "Roosevelt".... dice una voz femenina y por allá algún persiado mira a todos lados para ver de donde sale la voz. Se abren las puertas, gente entra, entre ellos un señor muy elegante con un protuberante bigote blanco. Debe ser algún presidente o alto ejecutivo de algún banco, me parece. Sigo mirando la gente, más adelante hay una elegantísima señora de peinado alto y protuberante bigote blanco. Detrás de ella un universitario riopedrense, supongo, con los pies trepados en ¡Alto! ¡¿Una señora con prutuberante bigote blanco?! WTF???
Algo aquí está pasando...... "Domenech".... la voz, alguien mira. La señora se baja. Entran tres ejecutivos y dos policias, todos ellos de protuberante bigote blanco. ¡Un momento!- estoy confundida. Vuelvo a mirar al señor presidente del banco, ¡Pero qué pasa!, su bigote está a medias y veo como se relambe el lado restante....
Me vuelvo hacia la ventana y veo la Milla de Oro pintadita de blanco. ¡Estos americanos son la ostia-escucho que dicen- ya hasta lograron que nevara en Puerto Rico! ...."Piñero"..... otra vez la voz, alguien mira. Yo vuelvo a observar a los bigotudos que se paran. Veo como todos a la vez se pasan la lengua por debajo de la nariz y en un baile sincronizado todos respiran profundo como si de una alergia se tratase; cojen su maletíin y se van.
Esta vez no entra nadie, nos hemos quedado el universitario y yo sólos..."Universidad"... la voz, nadie mira. He llegado....

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