4/20/2007

99:99


No para de reirse. Se quizo suicidar poniendo su cabeza en un microhondas. Hace tiempo que busca el significado de la muerte. La gringa mató a su poodle así también, me dijo. No quería matarlo. Sólo buscaba una forma de secarlo. ¡Qué bruta! Cuando lo sacó estaba listo para comer... pobre perro. Antonio se quiere matar así. Lo ha visto en una película. Pero no puede. La risa no lo deja. ¿Te imaginas mi cara hecha popcorn?, me dice. Tú no eres de maíz. Se ríe mucho. Me ha ordenado que no deje a nadie entrar al cuarto. No quiere que nadie lo vea morir de forma tan estúpida. Para eso me ha escogido a mí. Yo no me río. Está arrodillado en el piso, puso el micro en la cama porque muy cerca está el interruptor. Ayer trató de matarse dejando que un centavo le callera desde lo más alto de un rascacielos. Decía él que al caer desde tan alto la velocidad con la que caía provocaba que su peso se multiplicara considerablemente. Según él, al momento de tocar el piso lo partiría en dos y quedaría enterrado una pulgada en el cemento. El centavo lo he tirado yo, pero sólo le ha quedado una marca superficial en la cabeza. Ahora intenta lo mismo con un microhondas. Esta vez me afirmó que las ondas de radiación entrarían por la marca del centavo dándole una muerte instantánea. Lo veo allí arrodillado, con la cabeza dentro del microhondas, pulsando los minutos con su dedo. 99:99 pulsa. Lo tenía bien medido. Se quiere quemar en más de una hora. Por culpa de su cuello la tapa no cierra. Grita algo así como, ¡mierda! y me pide ayuda. Quiere que busque algo con qué agujerear el fondo para poder meter la cabeza y cerrar la tapa. Voy rápido en busca de un cuchillo o cualquier cosa que pueda servir. Sé que es mi mejor amigo, pero quiero verlo morir. Por estúpido. Hacemos un boquete. Mete la cabeza. Cierra la tapa. Aprieto el botón que dice start pero no funciona. ¿Me oites Tony? No funciona. Lo escucho gritar improperios desde adentro. Debimos haber dañado algún cable cuando hicimos el boquete. Saca la cabeza. Quiere intentar algo nuevo. Se sienta en la cama a pensar un rato. Nada. Yo lo miro fastidiada. Quisiera irme. Nada. Tony se levanta. Me mira. Busca el mismo cuchillo con que abrimos la caja del micro. ¿Qué haces? Se dirige hacia mí. ¿Qué haces Antonio? Me dice que ya sabe qué hacer. Hará algo que nunca había intentado. Me matará a mí. ¿Estás loco? No. Me ha dicho que ya sabe por qué no han funcionado sus otros intentos. Porque son muy estúpidos, le digo. No. Es porque estás tú allí. ¿Yo? ¿Y eso qué tiene que ver? Se acerca más. El de las ideas estúpidas eres tú. Te mataré y luego beberé un vaneno, cómo Sócrates, moriré hablando de la muerte. Me pongo nerviosa. ¿Qué es la muerte? No me preguntes eso, todavía no te he matado. ¿Qué es la muerte? Se acerca lento. Me tiembla la voz. ¿Qué es la muerte? Ya está muy cerca. ¿Qué es la muer... siento que perfora mi estómago. Dímelo tú.

9 comentarios:

Sergio Gutiérrez Negrón dijo...

Esto, negra, se merece un aplauso. La idea me está genial. Subrayas lo absurdo de la muerte con excelencia. El final fue lo suficientemente impredecible para que no me encantara, lo cual es bueno.

Anónimo dijo...

Bueno. Me gusta como escribes.

Solo Palabras... dijo...

Carla, es muy agradable haber llegado hasta tu casa.
¿Qué es ser escritor? me lo he preguntado toda la vida y aún no he hallado la respuesta aunque me se escritor.
Te dejo mi cariño y me voy con la certeza que también lo sos.

Xavier Valcárcel dijo...

vaya sorpresa. te he encontrado por tu comentario en el blog de Sergio. un gusto leerte. esto me ha gustao.

por qué no escribes para el pozo. por qué no te nos unes?

un abrazo desde acá.

Sergio Gutiérrez Negrón dijo...

joven, estoy con Don Xavier. ¿Por qué no salta al pozo?

Anónimo dijo...

yo conozco la inspiracion de este cuento.... hermanita

Unknown dijo...

buenísimo!!!

creo que estaré harto rato leyendo tu blog :)

http://www.ficciones.cl
http://espejoazul.wordpress.com

Ser Aquí dijo...

woooooooow... no se como rayos llegué aquí, pero llegué... y qué bueno..... muy bueno tu cuento...!

Saludos!

Yolanda Arroyo Pizarro dijo...

Me uno al resto de los que han comentado. Muy bueno.